
Trepa hasta el cielo, pequeña, donde ya no hay dolor, ni maldad humana, donde todo es bonito y te acompañan todos los que marcharon antes que tu.
Has tenido una vida feliz y llena de amor a pesar de lo mal que dejó aquel maldito coche que se fue dejándote allí tirada; has sido muy querida y mimada, y te vas dejando un gran vacío en muchos corazones, pero sabemos que vas a ser la jefa allí arriba, y que algún día volveremos a encontrarnos.
Descansa en paz, preciosa Lyanna, siempre te recordaremos.