Este precioso gatito de aquí se llama Ginger. Apareció un día lluvioso en la puerta de uno de nuestros voluntarios en los huesos, raquítico, y calado de agua. Lo estuvo alimentando varios días seguidos, y a pesar de ello, no se acercaba. Continuó así unos días más y al final consiguió cogerlo y llevarlo al veterinario. Allí nos han comentado que tiene la boca llena de llagas, además de ser positivo al virus de la Leucemia. Un virus que puede no alterarse y que nuestro gatete este totalmente asintomático, teniendo una buena calidad de vida. Está muy delgado y deshidratado, así que tendrá que ganar un poquito de peso para reponerse, además de pedir mimos y caricias a todas horas