Otra historia de una galga porque la de Babel no es una historia única. Las redes e internet están llenas de casos como el suyo, de testimonios gráficos y escritos del maltrato que sufren los galgos por el simple hecho de nacer galgos. Recibimos el aviso de que Babel estaba deambulando por la carretera sola, en un estado pésimo, pues apenas se mantenía en pie. Pedimos a esa persona que la recogiese y la atase hasta que nosotros llegáramos, pero lo que vimos cuando nos encontramos con ella nos encogió el corazón: heridas por todo su cuerpo, múltiples mordiscos, huesos marcados en la piel como si quisieran resquebrajarla y romperla desde dentro. Curamos sus heridas y tratamos la gran desnutrición que llevaba a sus espaldas; no podemos saber cuántos días pasó sola, luchando contra el hambre y el frío, pero sí podemos decir con orgullo que a fecha de hoy se está recuperando como la gran campeona que es. Babel es una galga de 4 años increíblemente noble y cariñosa, no teme a los humanos, sino que agradece sus caricias y sus mimos. Es feliz en el calor de un hogar, un calor del que nos aseguraremos no tenga que desprenderse nunca más.